jueves, 31 de diciembre de 2015

31 de diciembre 2015, Es amor

Si me preguntaban hace 6 años que sería de mi vida hoy, definitivamente no le hubiera acertado.

Lo que me pregunto es si a pesar de todo, el resultado en el me encuentro hoy dista del que imaginé más allá de lo que tuve que enfrentar para llegar. Definitivamente no, no le acerté al camino pero creo que sí, estoy donde imaginé estar. Ya no soy la misma y desde lo que aparenta ser la meta, se ve lejana y difusa la largada, el camino fue el significado mismo de la vida, todo un poco más duro de lo que te cuentan.

Si me preguntan hoy qué sería de mi vida dentro de 10 años ¿qué responder? Porque por sobre todas las cosas aprendí, entre tanto, que lo que engañan son las expectativas y lo real es lo que se construye viviendo. Y hoy tengo los ojos abiertos, porque me vuelvo a sentir viva.

Y qué buen momento para mi vivir mi presente, si ni siquiera existe el verbo que experimenta el deyavú, quién puede tener mas suerte que yo para sentirse tan real, con vos una vez más.

Y a veces creo que me enamoré dos veces, y otras que nunca dejé de estarlo. Qué importancia tiene si en definitiva el resultado es que hoy puedo volver a decirte que te amo mirándote a los ojos libremente y con el sabor de creer que el hoy es el mejor de los sueños.

Porque somos iguales a lo que fuimos pero diferentes. Porque el camino que nos transformó se unió para que la largada sea al final la meta 6 años después ya distintos. Y como todo lo más maravilloso de esta vida, no tiene mucha explicación, o sí y es tan sencilla que termina en un punto, para no ahondar en obviedades. Es amor.

Si me preguntan hoy qué será de mi vida dentro de 10 años desde esta largada... sintiéndome tan viva, plagada de miedos, tan frágil y con una vulnerabilidad más concreta que a mis 24 años pero con la suerte de tenerte a mi lado una vez más. Si puedo creer que me vas a acompañar de alguna manera en el camino para encontrarte en la llegada, puede que me equivoque en  muchas cosas pero no creo que me equivoque esta vez si digo que sería feliz.

gracias,

feliz 2015, feliz 2016.

tuya.

sábado, 28 de noviembre de 2015

perfección

28 de noviembre de 2015

la vida dejó de ser perfecta para muchos, avisame cuando te enteres.

jueves, 19 de noviembre de 2015

19 de noviembre de 2015 - te entiendo.

Creo que a veces te entiendo.
Pero otras de verdad, te entiendo.
Como cuando siento que me amas infinito.
Cuando me miras profundo y en un abrazo no me soltás, y hasta logras tenerme
Cuando me despedís que parece que me soltás apurado pero siempre mirás para ver como parto.
Pero no amamos igual, a pesar de que nos amamos igual.
Porque yo te quiero siempre, intenso, todo el tiempo. Te quiero junto a mi, a mi lado, te quiero acompañar, te quiero espiar, te quiero seguir, tengo una inmensa necesidad de tu ser constante, profunda, de tu atención, de tu beso.
Vos no sabes amar para estar, para ser de a dos, para transformarse en una pareja. Vos reposas, existís, y sólo de a ratos te compartís. Como si supieras que sos mucho, como si te diera vergüenza mostrarte, como si te negaras a la posibilidad por sólo tomar mi mano, como si en el orden de las prioridades todo coexiste en un balance de igualdad de oportunidades.
Y yo te quiero siempre, que coincido en los momentos en que te dejas.
Pero no me es suficiente, porque lo que para mi no es suficiente para vos es absoluto. Y lo que para vos es suficiente para mi no define el complemento, porque en tu ausencia solo coexisten las ganas.
Y te entiendo, porque en el secreto del querer de tu abrazo, de cuando me suspiras un te amo, de cuando me pedís que me cuide, existe tu amor mas puro.
No es maldad no saber amar de a dos y de que en realidad solo tengas que aprender. O no. Porque así te amo yo, tal y como sos, aunque creo que no estés preparado para alguien como yo.

Creo que a veces te entiendo, quiero creerlo, pero otras de verdad, te entiendo.

martes, 27 de octubre de 2015

sábado, 24 de octubre de 2015

23 de octubre de 2015

Mi queridísimo,

Hoy te miré a los ojos y con mi cara de niña mujer te dije que me hacias feliz. No te mentí, pero te oculté lo que encierra la felicidad para mi. Hace una semana me dijiste que crees y sostenes no tener corazón. Yo te miré con la misma intensidad del impulso con la que te miré antes de declararme feliz a tu lado y no pude refutarlo.
Mi felicidad encierra una risa, la comodidad de conocer y amar lo que mas detestas de vos mismo, el creerte y saberte incondicional, el contar con tu abrazo sin explicaciones. Tiene algo de la profundidad de tu mirada, de lo que me enseñas y me recordas que quiero cuando se trata de dos, de la ansiedad del futuro juntos y el desimulo de lo expuesto y de esas ganas que sea mañana ya mismo. Soy feliz porque te amo, porque crees que es pasajero y se me va pasar, porque por primera vez tengo el miedo genuino de perder a alguien porque me hace bien y duele dulce, porque me cuesta despedirme, y porque te quiero proporcionalmente igual de feliz.
Encierra placer, el saber que sin vos no lo hubiera logrado, el querer agradecerte por tu cuidado, por tu respeto desinteresado, por acompañarme de la mano y al lado mio, siempre para decirme linda, para caer conmigo si se amerita, y hacerme volar con tu suspiro de orgullo a tu lado. Encierra el hacerme una mejor persona, el sentimiento de sentirme cómoda conmigo misma, el cumplir tu promesa de hacerme feliz.
Podes creer que no tenés corazón, podés creer que el tenerlo tiene otro significado. 
Por ahi yo vine a darle un sentido, a interpretarlo a ser prueba viviente de lo que podes hacer, a recordarte, a mirarte a los ojos y decirte, que si algún día lo logro, si algún día lo logramos es porque me haces feliz...

Suya

3 de octubre de 2015

Y cuando creo que nadie puede quererme, de repente estas vos.

jueves, 15 de octubre de 2015

11 de septiembre 2015 - arreglar

Sí puede que me haya dejado pero no solamente volvió para arreglar eso, si no también para arreglar todo lo que pasó mientras no había estado, y lo que hubiera pasado si no hubiera vuelto.

15 de octubre 2015 - siendo normales

No les entraba un título.
El tiempo corría en una sola dirección y sentían cuanto rebalsaba y no cuanto acumulaba.
Ni siquiera los sentimientos hallaban palabras que los conformaban.
Se habían inventado con las diferencias y la normalidad que los confortaban.
transcendían siendo ellos y ya no se sentían ajenos como se sintieron siendo solamente un ella y él.

lunes, 3 de agosto de 2015

24 de julio - una tarde detrás del museo

24 de julio en algún lugar

Mi queridísimo Gustavo,

No he podido olvidar nuestro último encuentro, y me pasa a menudo cada vez que nos vemos por última vez. Tengo presente Gustavo lo que he prometido a sus pupilas oscilantes entre mis labios y palabras de escalón, se que trepaban y que no lograron argumentar a mi expresión ciega. Lo sé, pero créame separarme de su presencia física me es una ruptura en un plano tan poco conveniente, usted en realidad debería abandonar el oscuro rincón de mi mente.
Ya sé lo que le dije, que primero debería arreglar algunos asuntos míos, que usted va por una vía diferente por la que corren mis problemas. ¿Pero sabe qué? he estado pensando, he estado pensando que en realidad no lo voy a poder lograr sin usted. Si bien intento que no sea una razón me temo que no me queda otra que usted sea ni más ni menos que la razón. Tómeme de la mano míreme a los ojos y dígame que no me va a dejar.
Tengo miedo Gustavo. Tengo miedo que un día me deje de amar, por momentos me prefiero encerrada en los momentos de frío y otoño de amor eterno y de imposibilidades limitantes que nos contienen cómodos. Me gusta acurrucarme en esa sensación de permanencia, en ese estado tán perfectamente inútil, ¿no le parece? Vivir eternamente de amantes imposibles. A diferencia de usted este estado de ebriedad producto del consumo de su ser, es un estado para mi perfecto. Yo preferiría vivir así, yo se que su racionalidad no se lo permite, pero para una mujer como yo, usted viene en un envase de delear más que conveniente, soy su adicta Gustavo.
Disfruté del almuerzo en el museo, lamento que mi postura no ha sido la más apropiada, las lágrimas desbordaron antes de lo que imaginé, siempre sucede lo mismo no sé por qué no dejo de lado mis expectativas en cómo me voy a comportar. Pero como bien le dije, ese almuerzo no fue más que un cachetazo de percepción realista. Usted y yo no somos, y ese almuerzo no goza de las libertades que me he querido tomar desde que nos vimos la primera vez por ultima vez. ¿cómo se puede vivir así? si desde que lo vi le he querido decir, le he querido probar, le he querido dar, no me he querido atrever...puede que mi inocencia me haga correr la película del futuro sin ver las secuelas de la saga, pero usted, usted es diferente. Usted y yo crecimos separados pero conectados a un destino común de volver a creer en que siempre habría una última vez, el uno con el otro, una última vez.
Tengo que confesarle el mayor de mis secretos, usted a convivido conmigo todo este tiempo. ¿Qué diría si le confieso que de a ratos mientras no importa lo qué en voz alta mencionaba su nombre y decía que lo amaba? lo sé es ridículo. No, nadie me escuchaba, a veces disimulaba con palabras parecidas a su apocope, me ruborizaba de odio de incomprensión hasta que el eco llegaba a mi cabeza y me reprochaba la impulsividad. Nunca supe por qué esas palabras brotaban de mi boca en ciertos instantes pero lo hacían. Nunca lo entendí y creo que nunca lo haré por ahí usted guarda una respuesta o una interpretación, a mi me gusta pensar que usted al mismo tiempo pensaba en mi, y así mi cuerpo impulsivo reaccionaba en mi andar cotidiano, como un vómito del alma y del destino, su amor regurgitaba en palabras incoherentes recordándome que aún estaba allí pensando en mi.

Lo sé. Me he tomado el atrevimiento de no usar su verdadero nombre, y le prometo que cada carta llenará el encabezado de la misma con un nombre diferente, después de todo usted es para mi todos los hombres es uno.

Suya


29 de julio de 2015 - cerrando los ojos

29 de julio de 2015

La moldura de sus manos
acurrucaban mis dedos
sosteniendo en una sola extremidad
a todo mi ser, dormidos en el vaivén de la
conformidad de los recuerdos y el calor vivo del presente
volvimos a ser uno.